Traducción automática

El artículo original está escrito en idioma EN (enlace para leerlo).

Resumen

Objetivos: El presente estudio tuvo como objetivo evaluar la frecuencia, posición y longitud de las calcificaciones de la pulpa radicular en primeros molares maxilares de tres raíces utilizando microtomografía computarizada.

Materiales y métodos: Doscientos primeros molares maxilares de tres raíces fueron escaneados a un tamaño de píxel de 10 µm y reconstruidos utilizando parámetros similares. Se evaluaron cualitativamente modelos tridimensionales de los canales mesiobucales (MB1, MB2, MB3), distobucales (DB) y palatinos (P) para detectar discontinuidades en el trayecto del canal. Se examinaron además imágenes transaxiales y seccionales sagitales de las raíces, y se identificó la obliteración completa del lumen del canal por calcificación pulpar cuando el canal tenía una radiodensidad similar a la dentina circundante. Luego, se registraron el número, posición y longitud de las calcificaciones para cada raíz. Se realizó un acuerdo intraobservador utilizando la prueba kappa de Cohen, mientras que se compararon las longitudes de las calcificaciones entre los canales mediante ANOVA de una vía y pruebas de Duncan, con α = 5%.

Resultados: El acuerdo intraobservador fue perfecto para la identificación de calcificaciones pulpares (ĸ = 1.0; = 0.000). Los canales MB2 y MB3 representaron el mayor porcentaje de frecuencia de calcificaciones distribuidas a lo largo del trayecto del canal. En los canales MB1, DB y P, ocurrieron principalmente en el tercio apical. Las longitudes de las calcificaciones fueron mayores en los canales MB3 (0.89 ± 0.81 mm) y MB2 (0.82 ± 0.93 mm) que en los canales MB1 (0.39 ± 0.32 mm), DB (0.34 ± 0.22 mm) y P (0.28 ± 0.22 mm) (< 0.05).

Conclusión: Los canales MB2 y MB3 representaron la mayor frecuencia y longitud de calcificaciones pulpares radiculares. En los canales MB1, DB y P, las calcificaciones ocurrieron principalmente en el tercio apical, mientras que en los canales MB2 y MB3, la mayoría de las calcificaciones se observaron a nivel del orificio y a lo largo del trayecto del canal.

Relevancia clínica: En los primeros molares maxilares, las calcificaciones pulpares radiculares se localizan principalmente en el tercio apical de los canales MB1, DB y P, mientras que en los canales MB2 y MB3, la mayoría de ellas están a nivel del orificio o a lo largo del trayecto del canal.

 

Introducción

Las calcificaciones de la pulpa dental son formaciones de tejido duro que se desarrollan dentro del tejido de la pulpa dental o en la interfaz dentina/pulpa. En la literatura, dependiendo de la histomorfología y la etiología, se han utilizado una miríada de términos y expresiones para designar esta condición, incluyendo piedra de pulpa, dentículo, calcificación distrófica, metamorfosis calcificada, obliteración del canal pulpar, obliteración, proceso de calcificación de la cavidad pulpar, lumen pulpar reducido, calcificación pulpar, obliteración pulpar calcificada y esclerosis del canal pulpar. La prevalencia de este fenómeno varía ampliamente (del 8 al 95%), dependiendo de la población, el diseño del estudio y el método de análisis, pero se ha estimado que una o más calcificaciones están presentes en al menos el 50% de todos los dientes, principalmente en molares. Sin embargo, la verdadera prevalencia probablemente sea mayor considerando que las calcificaciones de menos de 200 µm no pueden ser detectadas en radiografías, el método analítico más utilizado.

La etiología de la calcificación de la pulpa dental se ha asociado con trauma, envejecimiento, tratamiento de ortodoncia, caries, enfermedad periodontal, procedimientos operatorios, inflamación de la pulpa y enfermedades sistémicas y condiciones genéticas, como la dentinogénesis imperfecta, displasia de la dentina, enfermedades cardíacas y renales, síndrome de Marfan y síndrome de Williams. Algunos autores creen que la calcificación de la pulpa representa una forma de calcificación distrófica, un tipo en el que el calcio se deposita en tejidos en degeneración. Sin embargo, no es posible asignar este término a todas las calcificaciones observadas dentro del sistema del canal radicular considerando que también se han observado en dientes sanos e incluso no erupcionados o impactados, lo que sugiere que no es necesario que exista un estrés funcional para que ocurra la calcificación.

Dependiendo de su ubicación, el tejido pulpar calcificado también se clasificó en calcificaciones de la cámara pulpar o radiculares. La primera incluye formas regulares o irregulares de dentina secundaria o terciaria que se depositan en las paredes dentinarias, mientras que la última se forma principalmente dentro del tejido pulpar y comprende dentículos verdaderos o falsos que pueden extenderse y crecer hasta la obstrucción completa del lumen del canal. En un entorno clínico, si el tratamiento endodóntico se vuelve necesario, la presencia de calcificaciones que estrechan o incluso obstruyen completamente el espacio del conducto radicular puede convertir este procedimiento en una tarea significativamente desafiante. Por ejemplo, mientras que las calcificaciones de la cámara pulpar pueden comprometer la preparación de la cavidad de acceso y la ubicación del orificio, las calcificaciones pulpares radiculares pueden desviar o enganchar la punta de los instrumentos, impidiendo su paso a lo largo del trayecto del canal. Curiosamente, aunque las calcificaciones pueden ser potencialmente la causa principal de canales perdidos, perforaciones o separación de instrumentos, la mayoría de los estudios que investigaron los resultados del tratamiento de conductos radiculares o las razones para la extracción dental no se centraron en este parámetro que eventualmente puede afectar.

En la literatura, la evaluación de la calcificación del tejido pulpar se ha realizado principalmente mediante el uso de histología o exámenes radiográficos. Mientras que la histología es un proceso que consume tiempo, es costosa, destructiva y permite evaluar solo unas pocas secciones por raíz, las desventajas de las radiografías convencionales incluyen resolución limitada, sombras, ruido anatómico, distorsión geográfica, superposición, elongación o depresión de los conductos radiculares. Hoy en día, estas limitaciones se han superado utilizando herramientas de imagen de alta resolución no destructivas. Aunque no pudimos encontrar ningún estudio específico sobre la calcificación de la pulpa dental utilizando imágenes de tomografía computarizada de haz cónico (CBCT), hay varios informes sobre su uso exitoso como ayuda complementaria para tratar conductos calcificados. Pero los datos de CBCT sobre dientes calcificados parecen ser variables y dependen de la experiencia del operador, dejando una perspectiva dudosa sobre la fiabilidad de los dispositivos disponibles para el estudio de las calcificaciones pulpares. En la última década, la tecnología de tomografía computarizada micro (micro-CT) ha surgido como el estándar de oro para el estudio de los tejidos duros dentales y los conductos radiculares debido a su mayor resolución y precisión para detectar incluso pequeños detalles morfológicos de los dientes. Sin embargo, en la literatura, los estudios que utilizan esta herramienta no destructiva informaron la presencia de calcificaciones dentro del sistema de conductos radiculares solo como un hallazgo secundario. Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue evaluar la frecuencia, posición y longitud de las calcificaciones pulpares radiculares que obstruyen completamente el lumen del conducto en 200 molares maxilares de primer molar de tres raíces extraídos utilizando imágenes de micro-CT de alta resolución.

 

Materiales y métodos

Después de la aprobación de este proyecto de investigación por el Comité de Ética de Investigación de la Universidad (Protocolo 2015/408), se recolectaron doscientos dientes molares maxilares de primera clase con tres raíces—extraídos por razones no relacionadas con este estudio—que no presentaban caries profundas ni restauraciones, abrasión severa, tratamiento de conducto previo, formación incompleta de raíces, fractura, reabsorción o fusión radicular, se limpiaron y se radiografiaron en ambas direcciones mesiodistal y bucolingual. La edad y el género de los pacientes eran desconocidos. Todos los especímenes se escanearon en un dispositivo de micro-CT (Skyscan 1172; Bruker-microCT, Kontich, Bélgica) a 100 kV, 100 µA, tamaño de píxel de 10 µm, y rotación de 180° alrededor del eje vertical con pasos de 0.6°, utilizando un filtro de aleación de aluminio-cobre. Las imágenes de proyección adquiridas se reconstruyeron con parámetros similares para suavizado (3), corrección de artefactos de anillo (6), límites de contraste (0.009–0.018) y corrección de endurecimiento del haz (15%) con el software NRecon v.1.7.1.1 (Bruker-microCT).

Se crearon modelos tridimensionales de las raíces y sistemas de conductos radiculares utilizando CTAn v.1.17.7.2 (Bruker-microCT) y se evaluaron cualitativamente para la configuración del conducto con CTVol v.2.3.2.0 (Bruker-microCT) y para la discontinuidad del espacio del conducto radicular con DataViewer v.1.5.6.2 (Bruker-microCT). Se examinaron imágenes de cortes transaxiales y sagitales de estas áreas (CTAn v.1.17.7.2 y DataViewer v.1.5.6.2; Bruker-microCT), y se identificaron calcificaciones de la pulpa radicular cuando el lumen del conducto estaba completamente obliterado, es decir, tenía una densidad similar al tejido dentinario circundante en ambos cortes transaxiales y sagitales (Fig. 1). Luego, se registró la frecuencia y posición (tercios coronal, medio o apical) de las calcificaciones para los conductos mesiobucales (MB1), distobucales (DB) y palatinos (P). Si estaban presentes, también se evaluaron el segundo (MB2) y el tercer (MB3) conducto radicular de la raíz mesiobucal. Las longitudes de las calcificaciones (en milímetros) se midieron utilizando CTAn v.1.17.7.2 (Bruker-microCT) con la fórmula (Sf – Si)/PS, donde Sf y Si son los cortes transaxiales final e inicial (en el eje z) en los que es posible observar la calcificación, y PS es el tamaño del píxel de escaneo (0.010 mm). Las longitudes de las calcificaciones se compararon entre los conductos radiculares utilizando el análisis de varianza unidireccional post hoc de Duncan a un nivel de significancia del 5%. Todas las evaluaciones fueron realizadas por un único operador con 10 años de experiencia en el análisis de escaneos de micro-CT. La fiabilidad intra-examinador para la evaluación de la obliteración completa del lumen del conducto radicular se verificó utilizando la prueba kappa de Cohen con un nivel de significancia del 5%. En este análisis, se seleccionaron y evaluaron ciento veinticinco cortes de micro-CT que contenían 150 conductos radiculares (con y sin calcificaciones) por el mismo observador después de un intervalo de 5 meses.

Fig. 1 A la izquierda: modelos 3D representativos de cuatro primeros molares maxilares que muestran calcificaciones en los canales mesiobucal, distobucal y palatino (cuadrados negros). A la derecha: las calcificaciones están resaltadas en secciones sagitales (cuadrados amarillos) y transaxiales (flechas amarillas) tomadas a diferentes niveles de las raíces mesiobucal, distobucal y palatina. Las calcificaciones se identificaron cuando el lumen del canal tenía una densidad similar al tejido dentinario circundante.

 

Resultados

Un total de 174,476 cortes transaxiales (promedio de 872 por diente) adquiridos mediante el escaneo de 200 primeros molares maxilares de tres raíces fueron analizados en este estudio. La frecuencia porcentual, ubicación y longitud de las calcificaciones del pulpa radicular observadas en cada conducto radicular se presentan en la Tabla 1. Debido a sus niveles heterogéneos de cristalinidad y composición química, las calcificaciones del pulpa a veces aparecían ligeramente diferentes de la dentina en términos de densidad radiográfica en algunas imágenes seccionales. A pesar de ello, la fiabilidad intra-examinador fue perfecta para la identificación de las calcificaciones del pulpa (ĸ = 1.0, kappa de Cohen; = 0.000). Los conductos MB2 y MB3 representaron el mayor porcentaje de frecuencia de calcificaciones, distribuidas de manera similar a lo largo del trayecto del conducto, mientras que en los conductos MB1, DB y P, se observaron principalmente en el tercio apical (Figs. 1 y 2). Las longitudes medias de las calcificaciones en los conductos MB3 (0.89 ± 0.81 mm) y MB2 (0.82 ± 0.93 mm) fueron similares (> 0.05), pero mayores que en los conductos MB1 (0.39 ± 0.32 mm), DB (0.34 ± 0.22 mm) y P (0.28 ± 0.22 mm) (< 0.05).

Tabla 1 Frecuencia porcentual, ubicación y longitud (en mm) de las calcificaciones observadas en los principales conductos radiculares de 200 primeros molares maxilares.

 

Discusión

En la literatura, la mayoría de los estudios informaron sobre la prevalencia de calcificaciones pulpares en diferentes grupos de dientes y poblaciones. En general, se informó una alta prevalencia de calcificación pulpar en los dientes posteriores maxilares, especialmente en los primeros molares, el tipo de diente evaluado en el presente estudio. Aunque la razón de esta alta prevalencia aún no está clara, se ha explicado por su erupción temprana, lo que los expondría a más cambios degenerativos con el tiempo, y su alta perfusión sanguínea, también considerada como un factor contribuyente para formar calcificaciones. Las calcificaciones pulpares también se han descrito como verdaderas (que se asemejan a la dentina), falsas (compuestas de masas localizadas de material calcificado) o difusas (a menudo encontradas cerca de vasos sanguíneos), pero no se hizo ningún intento aquí para clasificarlas, ya que demandaría un método destructivo de análisis. Por otro lado, el presente estudio supera las principales limitaciones de otros métodos analíticos, como la superposición y distorsión de imágenes, utilizando la tecnología de micro-CT, estándar de oro no destructivo, para evaluar 200 primeros molares maxilares a un tamaño de píxel de 10 µm. Este método se empleó con éxito para analizar cavidades pulpares reducidas por tejidos pulpares mineralizados e identificar calcificaciones radiculares en conductos no instrumentados de molares mandibulares. Después de la adquisición de imágenes, se examinaron 174,476 cortes transaxiales para calcular la frecuencia, ubicación y longitud de las calcificaciones pulpares radiculares que obstruyen completamente el lumen del conducto. Este es un enfoque innovador y original, ya que, hasta ahora, ninguna investigación utilizando métodos de imagen radiográfica, micro-CT o CBCT fue diseñada específicamente para abordar esta condición morfológica dentro del tejido pulpar radicular de los molares maxilares.

En el presente estudio, se observaron diferentes patrones respecto a la longitud y ubicación de las calcificaciones. En los canales MB1, DB y P, las calcificaciones eran más pequeñas y se ubicaban principalmente en el tercio apical, mientras que los canales MB2 y MB3 presentaron su mayor número, distribuidos a lo largo de la longitud del canal (Tabla 1, Fig. 2). A pesar de la imposibilidad de comparar estos hallazgos con publicaciones anteriores, están de acuerdo con 2 estudios previos que informaron acumulaciones esporádicas de depósitos minerales en el tejido pulpar radicular de molares maxilares distribuidos a través de los tercios coronal, medio y apical, utilizando tecnología de micro-CT. Desafortunadamente, los factores etiológicos y los mecanismos biológicos involucrados en la formación de calcificaciones aún no se comprenden completamente, pero algunos autores lo han correlacionado con irritantes locales prolongados, envejecimiento y enfermedad periodontal progresiva. Aunque se tuvo cuidado en incluir dientes con una estructura general preservada, es probable que algunos de los hallazgos presentes estuvieran relacionados con estos factores. Sería lógico suponer que los dientes que cumplían con los criterios de inclusión habrían sido extraídos por razones ortodónticas, prostodónticas o periodontales. Con respecto a esto último, mientras que algunos estudios histopatológicos han vinculado problemas periodontales moderados y severos con cambios pulpares, como inflamación y calcificación distrófica, otros no mostraron cambios significativos dentro del tejido pulpar, incluso en presencia de enfermedad periodontal avanzada. Estas disimilitudes están posiblemente relacionadas con la inviabilidad de obtener un grupo de control adecuado (dientes periodontales sanos) utilizando los métodos destructivos disponibles. En el futuro, sin embargo, es probable que los resultados de estudios in vivo bien controlados utilizando métodos de imagen no destructivos de alta resolución aclaren este tema contradictorio. En este estudio, no se disponía de datos sobre el origen de los dientes y, por lo tanto, no fue posible proporcionar una explicación adecuada para los diferentes patrones de distribución de las calcificaciones observadas entre los conductos radiculares.

Fig. 2 Distribución de las distancias de calcificación del orificio medidas según su posición radicular (coronal, media o apical) en los canales principales de los primeros molares maxilares. Las calcificaciones en los canales MB2 y MB3 se distribuyeron a lo largo de la longitud del conducto radicular, mientras que en los canales MB1, DB y P ocurrieron principalmente en el tercio apical

En las clínicas, la reducción u obliteración del lumen del canal por calcificaciones puede comprometer la accesibilidad de los instrumentos endodónticos al término del canal y, en consecuencia, influir en el resultado del tratamiento. En la literatura, hay datos limitados sobre el pronóstico del tratamiento realizado en dientes calcificados en respuesta a otros factores que no sean el trauma. Wu et al. demostraron que solo el 49.3% de los canales con calcificaciones en el tercio apical pudieron ser negociados con éxito incluso con la ayuda de un microscopio quirúrgico. Otro estudio diseñado para evaluar el resultado del tratamiento de 114 canales radiculares calcificados informó que se logró la longitud de trabajo en el 90% de los casos con una tasa de éxito del 80% después de un período de seguimiento de 3 años. Pero, en pacientes ancianos, el tratamiento endodóntico de canales calcificados resultó en una tasa de éxito general del 89% después de 2 a 12 años, disminuyendo al 62.5% al considerar dientes con periodontitis apical. En conjunto, los resultados de estos estudios sugieren que la calcificación pulpar es un factor importante que puede afectar el resultado del tratamiento. Por lo tanto, sería importante abordar algunas implicaciones clínicas de las calcificaciones pulpares radiculares a la luz de los resultados presentes.

A nivel del orificio, las calcificaciones pueden dificultar la localización de los conductos radiculares, y su longitud, un aspecto poco explorado en estudios previos, puede considerarse de alta relevancia en la práctica. En este estudio, la mayor prevalencia de calcificaciones en los tercios coronal y medio se observó en los conductos MB2 (13.0% y 10.9%, respectivamente) y MB3 (46.2% y 52.9%, respectivamente), mientras que sus longitudes alcanzaron hasta 4.85 mm y 3.10 mm, respectivamente (Tabla 1). Estudios anatómicos previos mostraron que los orificios MB2 y MB3 a menudo están ocultos bajo el estante de la pared de dentina o bajo tejidos calcificados en una pequeña hendidura. En consecuencia, pueden pasarse por alto en la práctica clínica rutinaria, una condición considerada la principal causa de fracaso del tratamiento en molares maxilares. En el conducto apical, dependiendo de la longitud de la calcificación, alcanzar la longitud de trabajo o establecer la permeabilidad puede ser complicado, llevar mucho tiempo y, a veces, inviable. Además, la inaccesibilidad de la anatomía apical puede afectar significativamente el resultado del tratamiento del conducto, especialmente en presencia de necrosis pulpar. En el presente estudio, la mayoría de las calcificaciones se observaron en el tercio apical de los conductos MB1, DB y P (Tabla 1, Fig. 2), mientras que los conductos MB2 y MB3 representaron sus mayores frecuencias porcentuales (16.5% y 62.5%, respectivamente), apoyando los hallazgos de una publicación anterior que reportó dificultad para lograr la permeabilidad en estos conductos radiculares. Desde una perspectiva clínica, pueden surgir complicaciones durante la localización y negociación de conductos calcificados, incluyendo perforación, separación de instrumentos, debilitamiento excesivo de la estructura dental, incapacidad para alcanzar la longitud de trabajo y desviación del camino original del conducto. De esta manera, se han propuesto varias estrategias para reducir el riesgo de un evento iatrogénico mediante el uso de exploradores endodónticos, fresas especiales, puntas ultrasónicas delgadas y la inspección visual de los conductos radiculares con alta iluminación y magnificación. Enfoques adicionales incluyen el uso de tintes, como el azul de metileno, o la colocación de hipoclorito de sodio en la cámara pulpar para observar un chorro de burbujas que emergen de la oxigenación de los restos del tejido pulpar. En preparaciones de acceso muy profundas, también sería útil tomar radiografías desde múltiples ángulos para mantener la alineación y dirección de los instrumentos al explorar conductos calcificados. Un escaneo CBCT preoperatorio es extremadamente importante en la mayoría de los casos, pero hoy en día, también se recomienda el examen CBCT intraoperatorio para casos complejos. Este enfoque tiene como objetivo establecer límites y evaluar la relación beneficio/riesgo en el mejor interés del cuidado del paciente, principalmente cuando no está presente la patología apical y los riesgos de intentar exponer un conducto completamente calcificado son injustificables. Otro propósito innovador fue el uso de escaneos CBCT intraorales para producir plantillas que ayuden a localizar el camino del conducto en dientes calcificados. Más recientemente, también se demostró la viabilidad de un nuevo dispositivo multisonico para eliminar calcificaciones incrustadas de los conductos distales de los molares mandibulares al combinar los efectos de lavado (calcificaciones sueltas), energía (cavitación) y acción disolvente de los irrigantes.

Las limitaciones del estudio actual incluyen la falta de conocimiento sobre la edad, el género, el uso de medicamentos y las enfermedades sistémicas de los donantes de dientes, así como las razones para la extracción y el estado pulpar y periapical de los dientes. Por otro lado, el uso de una herramienta analítica no destructiva y precisa que permitió la identificación y medición de las calcificaciones pulpares a lo largo de cientos de cortes transversales obtenidos de un gran número de primeros molares maxilares (n = 200) con estructuras de tejido duro bien conservadas constituyen las fortalezas de este estudio. Se justifican futuras investigaciones para examinar la asociación de las calcificaciones pulpares con factores locales y sistémicos, evaluar el efecto de esta condición anatómica en el resultado del tratamiento y también proponer estrategias técnicas para superar esta condición en un entorno clínico.

 

Conclusión

En los primeros molares maxilares, los canales MB2 y MB3 representaron la mayor frecuencia y longitud de las calcificaciones pulpares radiculares. En los canales MB1, DB y P, las calcificaciones ocurrieron principalmente en el tercio apical, mientras que en los canales MB2 y MB3, la mayoría de las calcificaciones se observaron a nivel del orificio y a lo largo del trayecto del canal.

 

Autores: Ali Keleş, Cangül Keskin, Marco Aurélio Versiani

Referencias:

  1. Carvalho TS, Lussi A (2017) Cambios morfológicos, histológicos y funcionales relacionados con la edad en los dientes. J Oral Rehabil 44:291–298. https://doi.org/10.1111/joor.12474
  2. McCabe P, Dummer PMH (2012) Obliteración del canal pulpar: un desafío diagnóstico y de tratamiento endodóntico. Int Endod J 45:177–197. https://doi.org/10.1111/j.1365-591.2011.01963.x
  3. Bastos JV, Côrtes MIS (2018) Obliteración del canal pulpar después de lesiones traumáticas en dientes permanentes - ¿hecho científico o ficción? Braz Oral Res 32:e75. https://doi.org/10.1590/1807-3107bor-2018.vol32.0075
  4. Chen B, Szabo D, Shen Y, Zhang D, Li X, Ma J, Haapasalo M (2020) Eliminación de calcificaciones de los canales distales de los molares mandibulares mediante un sistema de limpieza no instrumental: un estudio de micro-CT. Aust Endod J 46:11–16. https://doi.org/10.1111/aej.12376
  5. Tamse A, Kaffe I, Littner M, Shani R (1982) Evaluación estadística de la encuesta radiológica de piedras pulpares. J Endod 8:455–458. https:// doi.org/10.1016/S0099-2399(82)80150-7
  6. Moss-Salentijn L, Klyvert MH (1983) Dentículos inducidos epitelialmente en las pulpas de premolares humanos no cariosos recién erupcionados. J Endod 9:554–560. https://doi.org/10.1016/S0099-2399(83)80060-0
  7. Baghdady VS, Ghose LJ, Nahoom HY (1988) Prevalencia de piedras pulpares en un grupo de adolescentes iraquíes. J Endod 14:309–311. https://doi.org/10.1016/S0099-2399(88)80032-3
  8. Şener S, Cobankara FK, Akgünlü F (2009) Calcificaciones de la cámara pulpar: prevalencia y factores implicados. Clin Oral Invest 13:209–215. https://doi.org/10.1007/s00784-008-0212-x
  9. Goga R, Chandler NP, Oginni AO (2008) Piedras pulpares: una revisión. Int Endod J 41:457–468. https://doi.org/10.1111/j.1365-2591.2008.01374.x
  10. Luukko K, Kettunen P, Fristad I, Berggreen E (2011) Estructura y funciones del complejo dentina-pulpa. En: Hargreaves KM, Cohen S (eds) Cohen’s Pathways of the Pulp, 10ª ed. Mosby, St. Louis, pp 283–348
  11. da Silva EJNL, Prado MC, Queiroz PM, Nejaim Y, Brasil DM, Groppo FC, Haiter-Neto F (2017) Evaluación de piedras pulpares mediante tomografía computarizada de haz cónico. Clin Oral Investig 21:2327–2333. https://doi.org/10.1007/s00784-016-2027-5
  12. Taşsöker M, Magat G, Şener S (2018) Un estudio comparativo de la tomografía computarizada de haz cónico y la radiografía panorámica digital para detectar piedras pulpares. Imaging Sci Dent 48:201–212. https://doi.org/10.5624/isd.2018.48.3.201
  13. Milcent CPF, da Silva TG, Baika LM, Grassi MT, Carneiro E, Franco A, de Lima AAS (2019) Propiedades morfológicas, estructurales y químicas de las piedras pulpares en dientes humanos extraídos. J Endod 45:1504–1512. https://doi.org/10.1016/j.joen.2019.09.009
  14. Langeland K, Rodrigues H, Dowden W (1974) Enfermedad periodontal, bacterias y histopatología pulpar. Oral Surg Oral Med Oral Pathol 37:257–270. https://doi.org/10.1034/j.1600-051x.2002.290801.x
  15. Li L, Zhu YQ, Jiang L, Peng W, Ritchie HH (2011) La hipoxia promueve la mineralización de las células de pulpa dental humana. J Endod 37:799–802. https://doi.org/10.1016/j.joen.2011.02.028
  16. Fleig S, Attin T, Jungbluth H (2017) Estrechamiento del espacio pulpar radicular en dientes restaurados coronariamente. Clin Oral Invest 21:1251–1257. https://doi.org/10.1007/s00784-016-1899-8
  17. Bernick S, Nedelman C (1975) Efecto del envejecimiento en la pulpa humana. J Endod 1:88–94. https://doi.org/10.1016/S0099-2399(75)80024-0
  18. Kannan S, Kannepady SK, Muthu K, Jeevan MB, Thapasum A (2015) Evaluación radiográfica de la prevalencia de piedras pulpares en malasios. J Endod 41:333–337. https://doi.org/10.1016/j.joen.2014.10.015
  19. Çolak H, Çelebi AA, Hamidi MM, Bayraktar Y, Çolak T, Uzgur R (2012) Evaluación de la prevalencia de piedras pulpares en una muestra de la población de Anatolia central de Turquía. Sci World J 804278:1–7. https://doi.org/10.1100/2012/804278
  20. De-Deus G, Belladonna FG, Cavalcante DM, Simoes-Carvalho M, Silva E, Carvalhal JCA, Zamolyi RQ, Lopes RT, Versiani MA, Dummer PMH, Zehnder M (2021) Micro-CT con contraste para evaluar la limpieza del tejido pulpar dental en los canales radiculares de dientes extraídos: una serie de experimentos en cascada hacia la validación del método. Int Endod J 54:279–293. https://doi.org/10.1111/iej.13408
  21. Yang YM, Guo B, Guo LY, Yang Y, Hong X, Pan HY, Zou WL, Hu T (2016) Tratamiento asistido por CBCT y ultrasonido para canales radiculares calcificados en tercios superiores o medios. Biomed Res Int 2016:1–9. https://doi.org/10.1155/2016/4793146
  22. Ball RL, Barbizam JV, Cohenca N (2013) Aplicaciones endodónticas intraoperatorias de la tomografía computarizada de haz cónico. J Endod 39:548–557. https://doi.org/10.1016/j.joen.2012.11.038
  23. Hsieh CY, Wu YC, Su CC, Chung MP, Huang RY, Ting PY, Lai CK, Chang KS, Tsai YC, Shieh YS (2018) La prevalencia y distribución de piedras pulpares radiopacas y calcificadas: un estudio de tomografía computarizada de haz cónico en una población del norte de Taiwán. J Dent Sci 13:138–144. https://doi.org/10.1016/j.jds.2017.06.005
  24. Zhang D, Chen J, Lan G, Li M, An J, Wen X, Liu L, Deng M (2017) La morfología del canal radicular en los primeros premolares mandibulares: una evaluación comparativa de la tomografía computarizada de haz cónico y la micro-tomografía computarizada. Clin Oral Investig 21:1007–1012. https://doi.org/10.1007/s00784-016-1852-x
  25. Borges CC, Estrela C, Decurcio DA, Pécora JD, Sousa-Neto MD, Rossi-Fedele G (2020) Tomografía de haz cónico y micro-tomografía computarizada para la evaluación de la morfología del canal radicular: una revisión sistemática. Braz Oral Res 34:e056. https://doi.org/10.1590/1807-3107bor-2020.vol34.0056
  26. Ordinola-Zapata R, Bramante CM, Versiani MA, Moldauer BI, Topham G, Gutmann JL, Nuñez A, Duarte MA, Abella F (2017) Precisión comparativa de la técnica de aclaramiento, CBCT y métodos de Micro-CT en el estudio de la configuración del canal radicular mesial de los primeros molares mandibulares. Int Endod J 50:90–96. https://doi.org/10.1111/iej.12593
  27. Markvart M, Bjørndal L, Darvann TA, Larsen P, Dalstra M, Kreiborg S (2012) Análisis tridimensional de la cavidad pulpar en modelos de superficie de dientes molares, utilizando tomografía computarizada de rayos X. Acta Odontol Scand 70:133–139. https://doi.org/10. 3109/00016357.2011.600707
  28. Park JW, Lee JK, Ha BH, Choi JH, Perinpanayagam H (2009) Análisis tridimensional de la configuración y curvatura del canal radicular mesiobucal del primer molar maxilar utilizando micro-tomografía computarizada. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod 108:437–442
  29. Berès F, Isaac J, Mouton L, Rouzière S, Berdal A, Simon S, Dessombz A (2016) Análisis fisicoquímico comparativo de la piedra pulpar y la dentina. J Endod 42:432–438. https://doi.org/10. 1016/j.joen.2015.11.007
  30. Jannati R, Afshari M, Moosazadeh M, Allahgholipour SZ, Eidy M, Hajihoseini M (2019) Prevalencia de piedras pulpares: una revisión sistemática y un metaanálisis. J Evid Based Med 12:133–139. https:// doi.org/10.1111/jebm.12331
  31. Shahbazian M, Vandewoude C, Wyatt J, Jacobs R (2014) Evaluación comparativa de la radiografía panorámica y la imagenología CBCT para radiodiagnósticos en el maxilar posterior. Clin Oral Invest 18:293–300. https://doi.org/10.1007/s00784-013-0963-x
  32. Burke FM, Samarawickrama DY (1995) Cambios progresivos en el complejo pulpo-dentinario y sus consecuencias clínicas. Gerodontology 12:57–66. https://doi.org/10.1111/j.1741-2358.1995.tb00132.x
  33. Gautam S, Galgali SR, Sheethal HS, Priya NS (2017) Cambios pulpares asociados con enfermedad periodontal avanzada: un estudio histopatológico. J Oral Maxillofac Pathol 21:58–63. https://doi.org/10.4103/0973-029X.203795
  34. Fatemi K, Disfani R, Zare R, Moeintaghavi A, Ali SA, Boostani HR (2012) Influencia de la periodontitis crónica moderada a severa en la pulpa dental. J Indian Soc of Periodontol 16:558–561. https://doi.org/10.4103/0972-124X.106911
  35. Czarnecki RT, Schilder H (1979) Una evaluación histológica de la pulpa humana en dientes con diferentes grados de enfermedad periodontal. J Endod 5:242–253. https://doi.org/10.1016/S0099-2399(79)80018-7
  36. Torabinejad M, Kiger RD (1985) Una evaluación histológica del tejido pulpar dental de un paciente con enfermedad periodontal. Oral Surg Oral Med Oral Pathol 59:198–200. https://doi.org/10.1016/0030-4220(85)90018-0
  37. Tang L, Sun TQ, Gao XJ, Zhou XD, Huang DM (2011) Factores de riesgo de la anatomía dental que influyen en la accesibilidad de la longitud de trabajo del canal radicular. Int J Oral Sci 3:135–140. https://doi.org/10.4248/IJOS1 1050
  38. Wu D, Shi W, Wu J, Wu Y, Liu W, Zhu Q (2011) El tratamiento clínico de la terapia de conducto radicular complicada con la ayuda de un microscopio dental. Int Dent J 61:261–266. https://doi.org/10.1111/j.1875-595X.2011.00070.x
  39. Akerblom A, Hasselgren G (1988) El pronóstico para el tratamiento endodóntico de los canales radiculares obliterados. J Endod 14:565–567. https://doi.org/10.1016/s0099-2399(88)80092-x
  40. Kiefner P, Connert T, ElAyouti A, Weiger R (2017) Tratamiento de canales radiculares calcificados en personas mayores: un estudio clínico sobre la accesibilidad, el tiempo necesario y el resultado con un seguimiento de tres años. Gerodontology 34:164–170. https://doi.org/10.1111/ ger.12238
  41. Ordinola-Zapata R, Martins JNR, Plascencia H, Versiani MA, Bramante CM (2020) El canal MB3 en molares maxilares: un estudio de micro-CT. Clin Oral Invest 24:4109–4121. https://doi.org/ 10.1007/s00784-020-03284-7
  42. Yoshioka T, Kikuchi I, Fukumoto Y, Kobayashi C (2005) Suda H (2005) Detección del segundo canal mesiobucal en raíces mesiobucales de dientes molares maxilares ex vivo. Int Endod J 38:124–128. https://doi.org/10.1111/j.1365-2591.2004.00918.x
  43. Costa FFNP, Pacheco-Yanes J, Siqueira JF Jr, Oliveira ACS, Gazzaneo I, Amorim CA, Santos PHB, Alves FR (2019) Asociación entre canales perdidos y periodontitis apical. Int Endod J 52:400–406. https://doi.org/10.1111/iej.13022
  44. do Carmo WD, Verner FS, Aguiar LM, Visconti MA, Ferreira MD, Lacerda MFLS, Junqueira RB (2021) Canales perdidos en molares maxilares tratados endodónticamente de una subpoblación brasileña: prevalencia y asociación con lesiones periapicales utilizando tomografía computarizada de haz cónico. Clin Oral Investig 25:2317–2323. https:// doi.org/10.1007/s00784-020-03554-4
  45. Karabucak B, Bunes A, Chehoud C, Kohli MR, Setzer F (2016) Prevalencia de periodontitis apical en premolares y molares tratados endodónticamente con canal no tratado: un estudio de tomografía computarizada de haz cónico. J Endod 42:538–541. https://doi.org/10.1016/j.joen.2015.12.026
  46. Coutinho-Filho TS, Gurgel-Filho ED, Souza-Filho FJ, Silva EJNL (2012) Investigación preliminar para lograr la patencia del canal MB2 en molares maxilares. Braz J Oral Sci 11:373–376
  47. Shi X, Zhao S, Wang W, Jiang Q, Yang X (2018) Nueva técnica de navegación para el tratamiento endodóntico de un molar con calcificación del canal pulpar y patología apical. Aust Endod J 44:66–70. https:// doi.org/10.1111/aej.12207
  48. Jain SD, Carrico CK, Bermanis I (2020) Precisión tridimensional de la tecnología de navegación dinámica en la localización de canales calcificados. J Endod 46:839–845. https://doi.org/10.1016/j.joen.2020.03.014