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Resumen

Objetivo: Investigar la anatomía interna y externa de los caninos mandibulares humanos extraídos con dos raíces y dos canales distintos utilizando micro-tomografía computarizada (lCT).

Metodología: Catorce caninos mandibulares humanos de dos raíces fueron escaneados utilizando un sistema de lCT de alta resolución (SkyScan 1174v2; SkyScan N.V., Kontich, Bélgica). Las imágenes fueron procesadas para evaluar el tamaño de las raíces, las regiones de furcación, la presencia de canales accesorios, las distancias medias entre varios puntos anatómicos, la posición de los forámenes apicales, la dirección de las curvaturas radiculares, las apariencias en sección transversal (índice SMI), el volumen y las áreas superficiales de los canales radiculares.

Resultados: La bifurcación radicular se localizó en ambos tercios apical (44%, n = 6) y medio (58%, n = 8) de la raíz. El tamaño de las raíces bucal y lingual fue similar en el 29% de la muestra. Desde una vista bucal, no se observó curvatura hacia la dirección lingual o bucal en ninguna de las raíces. Desde una vista proximal, no se observó raíz lingual recta. En ambas vistas, se encontraron raíces en forma de S en el 21% de los especímenes. La ubicación del foramen apical varió considerablemente, tendiendo hacia el aspecto mesio-bucal de ambas raíces. Se observaron canales laterales y de furcación principalmente en el tercio cervical en el 29% y 65% de la muestra, respectivamente. El índice del modelo de estructura (SMI) varió de 1.87 a 3.86, con un valor medio de 2.93 ± 0.46. El volumen medio y el área de los canales radiculares fueron de 11.52 ± 3.44 mm3 y 71.16 ± 11.83 mm2, respectivamente.

Conclusiones: La evaluación de los caninos mandibulares de dos raíces reveló que las bifurcaciones ocurrieron en el tercio apical y medio. Se encontraron raíces en forma de S en el 21% de los especímenes. El volumen medio, el área de superficie y el índice SMI de los conductos radiculares fueron de 11.52 mm3, 71.16 mm2 y 2.93, respectivamente.

 

Introducción

Una comprensión integral de la complejidad de la anatomía interna de los dientes es imperativa para asegurar un tratamiento de conducto exitoso (Vier-Pelisser et al. 2010, Setzer et al. 2011). Estudios ex vivo han analizado la morfología de los conductos radiculares utilizando técnicas de aclaramiento (Pécora et al. 1993, Sharma et al. 1998, Omer et al. 2004), seccionamiento longitudinal y transversal (Garala et al. 2003, Yoshioka et al. 2005), examen radiográfico (Omer et al. 2004), microscopía operativa y microscopía electrónica de barrido (Schwarze et al. 2002). En los últimos años, se han introducido avances tecnológicos significativos para la imagenología dental, incluyendo radiografía digital, densitometría, resonancia magnética, ultrasonido y tomografía computarizada (Versiani et al. 2008, Patel et al. 2009, Neelakantan et al. 2010, D’Addazio et al. 2011, Liang et al. 2011, Peters & Paqué 2011, Verma & Love 2011). Su naturaleza no invasiva permite el uso de dientes para otros propósitos o utilizarlos como controles para procedimientos de tratamiento adicionales (Versiani et al. 2008, Vier-Pelisser et al. 2010, Peters & Paqué 2011). El desarrollo de la micro-tomografía computarizada por rayos X (lCT) ha ganado una importancia creciente en el estudio de los tejidos duros en endodoncia (Jung et al. 2005, Paque´ et al. 2011, Peters & Paqué 2011) ya que ofrece una técnica reproducible que puede aplicarse cuantitativa y cualitativamente para la evaluación tridimensional del sistema de conductos radiculares (Peters et al. 2000, Ikram et al. 2009, Moore et al. 2009, Somma et al. 2009, Paqué et al. 2011, Peters & Paqué 2011, Verma & Love 2011).

Aunque los caninos mandibulares generalmente tienen un canal radicular, la ocurrencia de dos raíces y dos canales distintos ha sido reportada con frecuencia (Ouellet 1995, Sharma et al. 1998, D’Arcangelo et al. 2001, Victorino et al. 2009). La mayoría de los informes se refieren a caninos mandibulares de dos raíces en informes de casos (D’Arcangelo et al. 2001, Victorino et al. 2009), mientras que los datos de estudios ex vivo reportan que esta variación anatómica ocurre en el 1.7% (Pécora et al. 1993) al 5% (Ouellet 1995) de los casos. El objetivo de este estudio ex vivo fue investigar la anatomía interna y externa de los dientes caninos mandibulares humanos extraídos con dos raíces y dos canales distintos utilizando tomografía computarizada micro.

 

Materiales y métodos

Se seleccionaron catorce dientes caninos mandibulares humanos no restaurados con ápices completamente formados, con dos raíces y dos canales distintos de un total de 793 caninos extraídos y se almacenaron en viales plásticos individuales etiquetados que contenían una solución de timol al 0.1% hasta su uso. Después de ser lavados en agua corriente durante 24 h, cada diente fue secado, montado en un accesorio personalizado y escaneado en un escáner de microfoco de rayos X de escritorio (SkyScan 1174v2; SkyScan N.V., Kontich, Bélgica) a una resolución isotrópica de 16.7 μm. El sistema consistía en un tubo de rayos X sellado y refrigerado por aire, 20–50 kV/40W/800 μA, con un manipulador de objetos de precisión con dos traducciones y una dirección de rotación. El sistema también incluía una cámara CCD de 14 bits basada en un sensor CCD de 1.3 Megapíxeles (1304 · 1024 píxeles).

Las imágenes de cada espécimen se reconstruyeron desde el ápice hasta el nivel coronal con software dedicado (NRecon v1.6.1.5; SkyScan), que proporcionó secciones transversales axiales de la estructura interna de las muestras en aproximadamente 450 cortes. Luego, se utilizó el software DataViewer v.1.4.3 (SkyScan) para evaluar el tamaño de las raíces, la región de furcación, la presencia de canales accesorios y las distancias medias entre varios puntos de referencia anatómicos. El software CTVox v.0.9.0r366 (Skyscan) se utilizó para la visualización tridimensional y la evaluación cualitativa de la posición de los forámenes apicales y la dirección de la curvatura de la raíz, desde vistas proximales y bucales. El volumen (mm3), el área de superficie (mm2) y la apariencia en sección transversal, expresada como el índice de modelo de estructura (SMI), se midieron utilizando el software CTAn v1.10.1.0 (Skyscan).

 

Resultados

Las distancias medias (± DE) entre los puntos de referencia en las raíces bucales y linguales de los dientes se muestran en la Fig. 1.

Figura 1 Distancia media (±SD), en milímetros, entre los puntos de referencia en las raíces bucal y lingual de los dientes (n = 14). (1) Distancia entre la punta de la cúspide y el ápice de la raíz bucal; (2) Distancia entre la punta de la cúspide y el ápice de la raíz lingual; (3) Distancia entre la unión cemento-esmalte y el ápice de la raíz lingual; (4) Distancia entre la furcación y el ápice de la raíz lingual; (5) Distancia entre la punta de la cúspide y la furcación; (6) Distancia entre la furcación y el ápice de la raíz bucal; (7) Distancia entre el suelo de la cámara pulpar y la furcación; (8) Distancia entre el suelo de la cámara pulpar y el cuerno pulpar; (9) Distancia entre la unión cemento-esmalte y el ápice de la raíz bucal.

La furcación se localizó en ambos tercios apical (44%, n = 6) y medio (58%, n = 8) de la raíz (Fig. 2). El tamaño de las raíces bucales y linguales de cada diente fue igual en el 28% de la muestra (n = 4). Las raíces linguales eran más grandes que las bucales en el 36% de la muestra (n = 5) y lo contrario fue cierto, encontrándose raíces bucales más grandes en el 36% de los especímenes (Fig. 3).

Figura 2 Caninos mandibulares de dos raíces con furcación localizada en los tercios medio (a) y apical (b).
Figura 3 Caninos mandibulares de dos raíces con una raíz bucal más grande que la raíz lingual (a), raíces bucal y lingual del mismo tamaño (b) y raíz lingual más grande que la raíz bucal (c).

La Tabla 1 muestra la distribución porcentual de la dirección de curvatura de las raíces. Desde una perspectiva bucal, no se encontró curvatura hacia la dirección lingual o bucal en ninguna de las raíces. Se observaron raíces linguales y bucales rectas en el 28% (n = 4) y el 44% (n = 6) de la muestra, respectivamente. La mayoría de las raíces linguales se curvaron mesialmente (n = 6; 44%). Desde una perspectiva proximal, las raíces linguales se curvaron bucalmente en el 79% de la muestra (n = 11; 79%). Se observaron raíces bucales rectas en el 58% (n = 8) de la muestra. En ambas vistas, se encontraron raíces en forma de S en el 21% (n = 3) de los especímenes. En todos los especímenes, solo se observó un único foramen apical sin delta apical. La Tabla 2 revela que la ubicación de los forámenes apicales varió considerablemente, tendiendo al aspecto mesio-bucal de ambas raíces.

Tabla 1 Distribución porcentual (n) de la dirección de la curvatura radicular observada en las vistas bucal y proximal de caninos mandibulares de dos raíces
Tabla 2 Distribución porcentual (n) de la posición del foramen apical en las raíces bucal y lingual de los caninos mandibulares

La reconstrucción tridimensional de la anatomía interna reveló que todos los dientes tenían dos conductos radiculares principales. Se observaron conductos laterales y de furcación principalmente en el tercio cervical en el 28% (n = 4) y el 65% (n = 9) de la muestra, respectivamente (Tabla 3, Fig. 4). El índice SMI varió de 1.87 a 3.86, con un valor medio de 2.93 ± 0.46. El volumen medio y el área de los conductos radiculares fueron de 11.52 ± 3.44 mm3 y 71.16 ± 11.83 mm2, respectivamente.

Tabla 3 Distribución porcentual (n) de la muestra que presenta conductos laterales y de furcación observados después de la reconstrucción tridimensional
Figura 4 Reconstrucción tridimensional de la cavidad pulpar de caninos mandibulares de dos raíces que muestra la posición de los canales laterales y de furcación.

 

Discusión

Aunque la existencia de dientes caninos mandibulares con dos raíces fue descrita hace más de un siglo (Koskins 1886) y se ha publicado un análisis detallado de su anatomía interna (Sharma et al. 1998), no se ha realizado ningún estudio para evaluar su anatomía utilizando tomografía computarizada de alta resolución.

El estudio más extenso sobre este tema se llevó a cabo para investigar sesenta y cinco caninos mandibulares de dos raíces utilizando una técnica de aclarado y tinción (Sharma et al. 1998). Esta técnica se ha considerado valiosa para estudiar la anatomía interna de los dientes, ya que es económica, no requiere equipos de laboratorio complejos y permite un examen exhaustivo del sistema de conductos radiculares (Pécora et al. 1993, Omer et al. 2004, Neelakantan et al. 2010). Por el contrario, su principal desventaja es que el diente se altera de manera irreversible debido a su disolución y la inyección de tinte (Robertson et al. 1980, Neelakantan et al. 2010). Así, en el presente estudio, se examinaron catorce caninos mandibulares extraídos de dos raíces utilizando un dispositivo que proporciona vistas tridimensionales y detalladas del diente, sin necesidad de seccionamiento, preparación o destrucción de las muestras (Bjørndal et al. 1999, Peters et al. 2000, Neelakantan et al. 2010, Vier-Pelisser et al. 2010, Paqué et al. 2011, Peters & Paqué 2011, Verma & Love 2011).

La mayoría de la muestra tenía raíces con longitudes aproximadamente iguales y, en promedio, más cortas que los caninos de raíz única (Pécora et al. 1993, Sharma et al. 1998). A pesar de que Sharma et al. (1998) observaron bifurcación de raíces en el tercio cervical en el 3.1% de su muestra, en la presente investigación esto solo se observó en los tercios medio y apical. En este contexto, el riesgo de perforación accidental por bifurcación es mínimo, ya que la distancia desde el piso de la cámara pulpar hasta el techo varió de 5.98 a 10.6 mm y hasta la furcación de 3.42 a 9.05 mm. Por otro lado, sería más difícil encontrar las entradas de los conductos porque los conductos en estos casos estarían invariablemente ubicados más apicalmente (Vier-Pelisser et al. 2010).

Aunque teóricamente es deseable preparar el conducto hasta la constricción apical (Ricucci & Langeland 1998), el desplazamiento de los forámenes apicales labial o lingualmente puede resultar en una sobredimensionamiento. En el presente estudio, se reconoció la colocación excéntrica de los forámenes apicales en todos los especímenes y, como se observó en otros dientes, su ubicación varió considerablemente (Vier-Pelisser et al. 2010, Verma & Love 2011). En términos de la dirección de la curvatura, el hallazgo principal fue la alta incidencia de curvatura hacia una dirección bucal en las raíces linguales (79%). Si los forámenes apicales se desvían en el plano lingual/bucal, es difícil localizar su posición utilizando solo radiografías, incluso con ángulos multiplanos (Nekoofar et al. 2006). Por lo tanto, se debe prestar especial atención durante la determinación de la longitud de trabajo y la preparación del conducto radicular de estos conductos radiculares. En contraste con los conductos accesorios, que se encuentran con mayor frecuencia en el tercio apical de los dientes (Vier-Pelisser et al. 2010, Verma & Love 2011), en el presente estudio, ocurrieron principalmente en el tercio cervical, cerca de la furcación, favoreciendo una limpieza, conformación y obturación más efectiva del sistema de conductos radiculares.

Es interesante notar que los resultados de este estudio no fueron diferentes de los obtenidos con un método convencional utilizado para estudiar la anatomía del conducto radicular (Sharma et al. 1998). No obstante, los algoritmos utilizados en la evaluación de lCT permiten una medición adicional de parámetros geométricos básicos como el volumen y el área de superficie, así como descriptores adicionales de la forma del canal como el SMI (Bjørndal et al. 1999, Peters et al. 2000, 2001, Paqué et al. 2011, Peters & Paqué 2011, Verma & Love 2011). Estos datos tridimensionales son imposibles de lograr utilizando técnicas de aclaramiento (Neelakantan et al. 2010).

El SMI describe la geometría en forma de placa o cilindro de un objeto (Peters et al. 2000). Esta variable se ha utilizado para detallar cambios en la microestructura trabecular en la osteoporosis u otras enfermedades óseas (Hildebrand & Rüegsegger 1997), pero también puede ser utilizada para evaluar la geometría del conducto radicular. El SMI se determina por un aumento infinitesimal de la superficie, mientras que el cambio en el volumen está relacionado con cambios en el área de superficie, es decir, con la convexidad de la estructura. Si una placa perfecta se agranda, el área de superficie no cambia, lo que da como resultado un SMI de cero. Sin embargo, si una varilla se expande, el área de superficie aumenta con el volumen y el SMI se normaliza, de modo que las varillas perfectas reciben una puntuación de SMI de 3 (Peters et al. 2000). En el presente estudio, el resultado medio del SMI indica que el sistema de conductos radiculares tiene una geometría en forma de cilindro.

 

Conclusiones

Se observó bifurcación radicular en caninos mandibulares con dos raíces solo en los tercios apical y medio de la raíz. El tamaño de las raíces bucal y lingual fue igual en aproximadamente un tercio de la muestra. No se observó raíz lingual recta en la vista proximal. La ubicación de los forámenes apicales varió considerablemente, tendiendo hacia el aspecto mesio-bucal de ambas raíces bucal y lingual. Los canales laterales y de furcación se observaron principalmente en el tercio cervical. El volumen medio, el área de superficie y el índice SMI fueron 11.52 mm3, 71.16 mm2 y 2.93, respectivamente.

 

Autores: M. A. Versiani, J. D. Pécora, M. D. Sousa-Neto

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