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El concepto del "efecto de ferrule" ha sido una piedra angular de la odontología restauradora, particularmente para los dientes tratados endodónticamente. Se refiere al refuerzo estructural proporcionado por una banda de tejido dental sano que rodea el diente por encima de la línea de las encías. Este principio es crítico para asegurar la longevidad y el éxito de las restauraciones, particularmente en casos de pérdida extensa de tejido.

El diagrama ilustra cómo el ferrule minimiza el brazo de palanca y la carga sobre la estructura dental. (a) En un diente restaurado con un pin pero sin un ferrule, el brazo de palanca está posicionado más lejos del fulcro. (b) En contraste, un diente restaurado con un pin y un ferrule tiene el fulcro posicionado en el ferrule, acortando la distancia al brazo de palanca (indicado por la línea punteada).

Cuando un diente sufre daños extensos, las opciones de restauración varían desde diversas técnicas de reconstrucción hasta la extracción. Para el éxito a largo plazo, es crucial preservar y reforzar la estructura dental sana restante. Sin embargo, los clínicos a menudo enfrentan dilemas, ya que los tratamientos predecibles pueden comprometer el soporte periodontal, la estética o incluso los dientes adyacentes.

Restaurar dientes tratados endodónticamente a menudo se superpone con abordar dientes vitales severamente comprometidos. Un desafío significativo radica en manejar la pérdida extensa de la estructura dental natural que se observa comúnmente en dientes sin pulpa. Numerosos estudios destacan la dependencia de la supervivencia del diente después del tratamiento en el volumen de tejido natural restante.

Tradicionalmente, las restauraciones de cobertura total como coronas u onlays han sido el tratamiento de elección para dientes con pérdida sustancial de tejido. Estas restauraciones a menudo se complementan con procedimientos como sistemas de poste y núcleo o alargamiento quirúrgico de corona, que, aunque efectivos, pueden debilitar el diente subyacente y presentar riesgos a largo plazo. Las guías clínicas simplificadas pueden pasar por alto principios críticos, subrayando la necesidad de herramientas que permitan una evaluación precisa del estado estructural de cada diente.

El efecto de ferrule proporciona resistencia a la carga vertical, minimiza las fuerzas de cuña de los postes cónicos y mitiga las fuerzas laterales durante la inserción del poste. Cuando se someten a cargas fuera del eje, como las que afectan a los incisivos centrales, se desarrollan fuerzas de tracción en un lado del diente, mientras que las fuerzas de compresión surgen en el otro, concentrando el estrés cerca del ápice del poste. Este estrés es un factor de riesgo importante para las fracturas radiculares.

Durante la masticación y la articulación, los dientes sin un ferrule experimentan niveles de estrés más altos en el área de la raíz, lo que lleva a fracturas radiculares o desplazamiento de las restauraciones. En contraste, los dientes con un ferrule preservado distribuyen las fuerzas masticatorias de manera más uniforme, reduciendo la probabilidad de fallo. Cuanto más delgado sea el margen de preparación, más efectivo será el ferrule, ya que preserva más tejido dental. Sin embargo, una preparación subgingival más profunda puede reducir el efecto de ferrule.

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Contexto Histórico y Definición del Efecto de Ferrule

El término "ferrule" se origina de las palabras latinas ferrum (hierro) y viriola (pulsera), describiendo inicialmente una banda metálica que rodea la superficie coronal de un diente. El concepto fue introducido en odontología para mejorar la integridad estructural de las restauraciones al proporcionar soporte circunferencial a la dentina restante. Con el tiempo, los estudios han demostrado consistentemente el papel crítico de una altura de ferrule de 1.5–2 mm en la mejora de la resistencia a la fractura y la supervivencia general de las restauraciones. Notablemente, el ferrule no es meramente un concepto estructural, sino también una estrategia biomecánica para asegurar la distribución del estrés y mitigar los riesgos de fractura en los dientes restaurados.

Es esencial aclarar conceptos erróneos sobre el ferrule. El término no se refiere al tejido dental residual en sí, sino más bien al refuerzo proporcionado por una restauración de cobertura total que rodea y estabiliza la estructura dental restante, creando así el efecto de ferrule. Se han propuesto varios diseños de ferrule, aunque la evidencia que compara su efectividad sigue siendo escasa. Si bien gran parte de la investigación se centra en la altura necesaria del ferrule, otros factores críticos, como el grosor de la dentina, la ubicación de las paredes restantes y la distribución de la carga, a menudo no se examinan.

 

Factores Clave que Influyen en el Efecto de Ferrule

1. Altura del Ferrule

La altura del ferrule es la longitud vertical de la dentina restante por encima del margen de preparación. La investigación sugiere que:

  • Una altura mínima de ferrule de 1 mm duplica la resistencia a la fractura.
  • Los resultados óptimos se logran con una altura de 1.5–2 mm.
  • Alturas mayores, donde sea posible, mejoran aún más la estabilidad y durabilidad de las restauraciones.

Varios estudios clínicos subrayan que incluso reducciones menores en la altura del ferrule pueden comprometer significativamente el pronóstico de los dientes tratados endodónticamente, particularmente bajo condiciones de carga cíclica.

2. Grosor del Ferrule

Si bien la importancia de la altura del ferrule está bien documentada, el grosor de las paredes de dentina residuales ha recibido menos atención. Clínicamente:

  • Las paredes de dentina más delgadas de 1 mm se consideran inadecuadas.
  • Un grosor mínimo de 1 mm asegura estabilidad funcional y reduce el riesgo de fallo.
  • La sobre-reducción por motivos estéticos, especialmente en regiones cervicales, puede comprometer la integridad estructural.

Los avances recientes en la imagen digital, como la CBCT (tomografía computarizada de haz cónico), permiten mediciones más precisas del grosor de la dentina residual, ayudando a los clínicos en su proceso de toma de decisiones.

3. Número y Ubicación de las Paredes

Un ferrule completo de 360 grados es ideal; sin embargo, los ferrules parciales pueden ser efectivos dependiendo de la ubicación de la pared:

  • La preservación de las paredes bucal y lingual es crucial para los dientes posteriores.
  • La integridad de la pared palatina o bucal es crítica para los dientes anteriores, dependiendo de su posición.

4. Materiales de Núcleo y Poste

  • Los postes son a menudo necesarios para mejorar la retención en dientes con pérdida significativa de tejido.
  • Los postes reforzados con fibra, con una elasticidad comparable a la dentina, distribuyen el estrés de manera más uniforme que los postes metálicos tradicionales.
  • Los materiales de núcleo deben integrarse perfectamente con la restauración, creando una unidad cohesiva capaz de soportar cargas funcionales.

Los materiales compuestos mejorados con nanotecnología han surgido como alternativas prometedoras, ofreciendo propiedades de unión superiores y una reducción en la contracción por polimerización.

 

Aplicación de Ferrule

Evaluación de la Estructura Dental Residual

El éxito de una restauración depende de una evaluación exhaustiva de la estructura dental restante, considerando:

  • Altura y grosor de la dentina residual.
  • Número y ubicación de las paredes intactas.
  • Demandas funcionales y estéticas del diente.

La imagenología CBCT y las herramientas de diagnóstico avanzadas pueden proporcionar información detallada sobre la integridad estructural del diente restante, lo que permite una planificación de tratamiento precisa.

Opciones Restaurativas

  1. Alargamiento de Corona o Extrusión Ortodóntica
    • Se utiliza para exponer estructura dental adicional para la restauración.
    • Los riesgos incluyen compromisos estéticos, desafíos periodontales y alteraciones en las proporciones corona-raíz.

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  1. Restauraciones Parciales
    • Inlays, onlays y overlays preservan más estructura dental natural y son alternativas efectivas a coronas completas.
  2. Sistemas de Poste y Núcleo
    • Aumentan la retención pero requieren una planificación cuidadosa para evitar la concentración de estrés.
    • Los postes reforzados con fibra son preferidos debido a su compatibilidad con el módulo elástico de la dentina.

Comprensión Dinámica del Efecto Ferrule

Los avances modernos en tecnología adhesiva y biomateriales han ampliado la aplicación del efecto ferrule. Por ejemplo:

  • Los materiales compuestos mejoran la resistencia a la fractura y la fuerza de unión.
  • Los protocolos adhesivos reducen la necesidad de procedimientos invasivos como el alargamiento de coronas.

Los sistemas CAD/CAM avanzados permiten la fabricación de restauraciones altamente precisas que maximizan el efecto ferrule al optimizar el ajuste y la retención.

 

Clasificación de Escenarios de Ferrule

Para estandarizar los enfoques de tratamiento, se propone el siguiente sistema de clasificación basado en la estructura dental residual:

Categoría A: Sin Riesgos Esperados
Dientes con paredes de dentina saludables alrededor de toda la circunferencia, con una altura mínima de 2 mm y un grosor de 1 mm. Estos dientes no presentan riesgos de complicaciones estructurales o mecánicas.

Categoría B: Riesgos Bajos
Dientes con un ferrule comprometido o ausente en una pared proximal (menos de 2 mm de altura o 1 mm de grosor) O dos paredes proximales comprometidas en dientes sometidos a fuerzas laterales bajas. Tales dientes presentan un bajo riesgo de complicaciones estructurales o mecánicas.

Categoría C: Riesgos Moderados
Dientes con dos paredes proximales comprometidas bajo altas fuerzas laterales O paredes bucal y lingual comprometidas bajo bajas fuerzas laterales. Estos dientes presentan riesgos moderados de complicaciones estructurales o mecánicas.

Categoría D: Altos Riesgos
Dientes con una pared bucal o lingual comprometida bajo altas fuerzas laterales O ambas paredes bucal y lingual comprometidas en cualquier diente O dientes con solo dos paredes adyacentes o una sola pared restante. Estos dientes tienen un alto riesgo de complicaciones estructurales o mecánicas, y generalmente se recomiendan enfoques de tratamiento alternativos.

Categoría X: Dientes No Restaurables
Dientes donde no se puede lograr un ferrule por ningún medio (quirúrgico u ortodóntico) se consideran inadecuados para la restauración.

Estas clasificaciones ayudan a los clínicos a seleccionar modalidades de tratamiento apropiadas mientras gestionan las expectativas de los pacientes de manera efectiva.

 

Guías Clínicas

La planificación efectiva para la preparación dental, priorizando el efecto de ferrule, puede reducir significativamente los riesgos de falla restaurativa. Las consideraciones clave incluyen:

  • Preservación del Tejido Natural: Priorizar preparaciones conservadoras, especialmente para pacientes más jóvenes con cámaras pulpares más grandes y paredes de dentina más delgadas.

Ciertos casos en odontología estética aún requieren una reducción significativa del diente, como dientes descoloridos que requieren más de 1.5 mm de material cerámico para un adecuado enmascaramiento del color. Tal preparación agresiva puede reducir drásticamente la dentina residual en la región cervical, un área sometida a máximas tensiones funcionales y fracturas frecuentes. La investigación muestra que la preparación para incrustaciones/onlays preserva significativamente más dentina que las preparaciones para coronas de cerámica completa o metal-cerámica. Por lo tanto, la elección de la restauración final debe priorizar la conservación de la dentina, especialmente para dientes tratados endodónticamente.

Para pacientes más jóvenes con cámaras pulpares más grandes y paredes de dentina más delgadas, una planificación cuidadosa es esencial para minimizar la preparación. Utilizar marcos de metal o cerámica delgados para áreas no visibles estéticamente puede ayudar a preservar la estructura dental natural.

Los dientes con conductos radiculares estrechos a menudo retienen menos de 1 mm de dentina residual después del tratamiento endodóntico y la preparación para la restauración final, lo que compromete su pronóstico. En tales casos, evitar la colocación de postes y coronas completas puede prevenir riesgos innecesarios y extender la vida útil del diente.

  • Ferrules Parciales: Ferrules parciales colocadas estratégicamente pueden seguir proporcionando beneficios estructurales, particularmente en dientes posteriores.

Aunque un ferrule completo de 360 grados es ideal, no siempre es alcanzable en la práctica clínica. Los ferrules parciales pueden seguir siendo efectivos, dependiendo de la posición y el grosor de las paredes en lugar de su simple número.

En los dientes posteriores, donde las fuerzas son principalmente ocluso-gingivales y bucal-linguales, la ausencia de ferrule en las paredes proximales es menos crítica que las deficiencias en las superficies bucales o palatinas. Por el contrario, en los dientes anteriores, donde las fuerzas son en gran medida bucales-linguales, mantener un ferrule palatino para los dientes maxilares y un ferrule bucal para los dientes mandibulares es crucial para la durabilidad a largo plazo.

Los defectos proximales profundos, a menudo causados por caries interproximales, presentan desafíos para lograr un ferrule completo. En tales casos, los clínicos deben sopesar los beneficios del alargamiento de corona o la extrusión ortodóntica frente a los riesgos biomecánicos de dejar un ferrule incompleto.

  • Diseños de Restauración Personalizados: Ajustar los diseños según el tipo de diente, los patrones de carga y las necesidades específicas del paciente.

La meticulosa aislamiento con dique de goma y la adherencia a los protocolos adhesivos son críticos para lograr resultados óptimos.

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No todos los dientes experimentan las mismas fuerzas:

  • Molars: Típicamente soportan cargas verticales en oclusión ideal. La preservación de las paredes bucal y lingual durante la preparación es esencial, especialmente cuando están presentes fuerzas laterales altas. Restauraciones parciales como onlays o overlays pueden ser preferibles a coronas en estos casos.
  • Premolares: Estos dientes funcionan bajo patrones de carga tanto anterior como posterior. Para los premolares mandibulares, la pared lingual suele ser delgada y debe ser reducida mínimamente. Los premolares maxilares, por otro lado, requieren atención a las paredes bucal y palatina debido a fuerzas laterales significativas.

Dientes Anteriores: Soportan fuerzas laterales sustanciales, especialmente en mordidas profundas. La conservación adecuada de la superficie palatina para los dientes maxilares y la superficie bucal para los dientes mandibulares asegura estabilidad estructural y apoya la estética.

El efecto de la férula sigue siendo un principio fundamental en la odontología restauradora. Al integrar avances en materiales y técnicas con protocolos basados en evidencia, los clínicos pueden lograr resultados superiores incluso para los dientes más comprometidos. La investigación futura debería continuar explorando aspectos poco examinados, como el grosor de la férula, las férulas parciales y la eficacia de métodos de restauración alternativos, para refinar aún más las prácticas clínicas. Las tecnologías emergentes, incluyendo la IA y la impresión 3D, prometen revolucionar el campo, proporcionando nuevas oportunidades para la innovación y la precisión en la odontología restauradora.