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Resumen

Introducción: La presencia de múltiples conductos radiculares es un aspecto morfológico importante de los premolares mandibulares. Este estudio tuvo como objetivo realizar un análisis mundial sobre la prevalencia de un conducto lingual en los premolares mandibulares y evaluar su influencia en la demografía de los pacientes en 23 países utilizando imágenes de tomografía computarizada de haz cónico.

Métodos: Observadores de 23 países fueron instruidos para evaluar imágenes de tomografía computarizada de haz cónico de 300 primeros y 300 segundos premolares (13,800 dientes) en relación con la presencia de un conducto lingual, la configuración del conducto y datos relacionados con la etnicidad, edad y sexo de los pacientes siguiendo una metodología de cribado estandarizada. Se realizaron evaluaciones intra e interevaluadores utilizando la prueba kappa de Cohen y el coeficiente de correlación intraclase. Se calcularon gráficos de bosque de proporción y razón de probabilidades para comparar grupos. La significancia estadística se estableció en 5%.

Resultados: Tanto los valores de kappa como los del coeficiente de correlación intraclase fueron superiores a 0.60, y el porcentaje de acuerdo fue del 94.9% (primer premolar) y 97.8% (segundo premolar). Se observó una diferencia estadística significativa entre la proporción mundial de un conducto lingual en los primeros (23.8%; rango, 12.0%–32.7%) y segundos (5.3%; rango, 1.0%–15.3%) premolares mandibulares (P ˂ .05). Los asiáticos y los pacientes mayores de 60 años se asociaron con las proporciones más bajas de un conducto lingual (P ˂ .05), mientras que los africanos y los grupos más jóvenes se asociaron con las proporciones más altas (P ˂ .05). La prevalencia de un conducto lingual en hombres (27.9%) fue mayor que en mujeres (20.0%) solo para el primer premolar (P ˂ .05). Los hombres se asociaron con 1.533 y 1.597 veces más probabilidades de presentar un conducto radicular lingual en los primeros y segundos premolares, respectivamente.

Conclusiones: La proporción mundial de un conducto radicular lingual fue del 23.6% y del 5.3% para los primeros y segundos premolares, respectivamente. La etnicidad, la región geográfica, la edad y el sexo tuvieron influencia en los resultados. (J Endod 2021;:1–12.)

 

En los premolares mandibulares, se han reportado en la literatura varias variaciones morfológicas del conducto y los conductos radiculares, incluyendo la presencia de surcos radiculares, configuración en forma de C, conductos de furcación, ramificación apical, morfología de 3 raíces y conductos dobles. Los conductos dobles suelen clasificarse como una configuración de tipo V de Vertucci y se refieren a la presencia de un segundo conducto radicular situado en el lado lingual; es más probable que se noten en los primeros premolares. El orificio del conducto lingual generalmente tiene un ángulo de entrada agudo y se localiza en los tercios medio (69%) o apical (31%), lo que puede contribuir a que pase desapercibido clínicamente. La prevalencia relativamente alta de este conducto adicional en los premolares mandibulares es posiblemente una de las características anatómicas más relevantes en este grupo de dientes, considerando que los conductos radiculares perdidos o no tratados parecen tener un efecto adverso en los resultados endodónticos. En la última década, la configuración del conducto radicular de los premolares mandibulares se ha abordado no solo en estudios de laboratorio utilizando tecnología de microtomografía computarizada de alta resolución, sino también a través de estudios de prevalencia in vivo utilizando imágenes de tomografía computarizada de haz cónico (CBCT). Una revisión sistemática reciente utilizando evaluación CBCT encontró 7 estudios de 6 países que reportan la prevalencia del conducto lingual en el primer premolar mandibular y 5 estudios de 4 países sobre el segundo premolar. Aunque se publicaron datos adicionales de diferentes poblaciones después de esta revisión, la prevalencia mundial y el impacto del conducto lingual en los premolares mandibulares siguen siendo desconocidos en la mayoría de las regiones geográficas. Además, no hay estudios que evalúen su influencia en factores demográficos, como el sexo, la edad o la etnicidad, como se ha reportado con otras características anatómicas. Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue realizar un análisis in vivo a nivel mundial sobre la prevalencia de un conducto radicular lingual en los premolares mandibulares y su relación con la demografía de los pacientes (etnicidad, edad y sexo) utilizando imágenes de CBCT. Las hipótesis nulas probadas fueron que no había diferencias en la prevalencia del conducto lingual en los premolares mandibulares considerando

  1. regiones geográficas,
  2. etnicidad,
  3. edad, y
  4. sexo.

 

Materiales y métodos

Protocolo de investigación y cálculo del tamaño de la muestra

Este estudio siguió una publicación anterior que describió los elementos de informe preferidos para estudios epidemiológicos transversales sobre la anatomía de las raíces y los conductos radiculares utilizando tecnología CBCT y recibió la aprobación previa de un comité de ética. La presencia de un conducto radicular lingual (el resultado primario) y la configuración del conducto (el resultado secundario) de los primeros y segundos premolares mandibulares fue evaluada por 23 especialistas en endodoncia de 23 regiones geográficas diferentes utilizando imágenes CBCT preexistentes.

Antes del análisis, todos los observadores recibieron simultáneamente directrices escritas que contenían una descripción detallada de la metodología de evaluación, un video tutorial que explicaba paso a paso el proceso de selección de los conjuntos de datos CBCT para ambos resultados primario y secundario, referencias bibliográficas y plazos grupales. El tamaño de la muestra para este estudio se calculó en base a los resultados de una publicación anterior que comparó 2 grupos de regiones geográficas específicas y utilizó una metodología similar. Para el resultado primario, considerando una potencia del 80% y un error tipo alfa de 0.05, los tamaños de muestra finales para los primeros y segundos premolares mandibulares fueron 287 (tamaño del efecto de 8.9) y 233 (tamaño del efecto de 4.3), respectivamente. Con el fin de contrarrestar que no se realizó un cálculo del tamaño de la muestra para la comparación de las otras regiones geográficas, el número de dientes por grupo se incrementó a 300.

Selección de Muestra y Adquisición de Datos

La población en este estudio incluyó una muestra de conveniencia compuesta por pacientes que asistían a prácticas privadas de 23 regiones geográficas diferentes. Se adquirieron datos demográficos (etnicidad, edad y sexo) y datos cuantitativos mediante la evaluación de bases de datos de CBCT preexistentes que contenían al menos 1 premolar mandibular. Los conjuntos de datos de CBCT se revisaron de manera consecutiva según su orden numérico o alfabético hasta que se alcanzó el tamaño de muestra para cada grupo de dientes (n = 300). Se aceptó cualquier tipo de escáner de CBCT o campo de visión siempre que el tamaño del voxel fuera igual o menor a 200 μm; se permitió más de 1 escáner en cada región si la evaluación fue realizada por el mismo observador (Tabla 1). Los criterios de exclusión fueron los siguientes: dientes con tratamiento de conducto previo, reabsorción radicular o formación radicular incompleta; incertidumbre respecto a la numeración dental; ausencia de información demográfica; o visualización comprometida por artefactos de imagen.

Tabla 1 Ubicación geográfica y características de la tomografía computarizada de haz cónico (CBCT) de cada muestra

Evaluación de Imágenes CBCT

Para evaluar las imágenes CBCT, los planos axial, coronal y sagital de cada raíz de premolar se alinearon con las líneas de marcado vertical y horizontal del software. Luego, cada premolar fue clasificado según su tipo (primer o segundo premolar), el número de raíces (la división apical no se consideró una configuración multirradicular) y la presencia de un canal lingual (resultado principal). Además, como resultado secundario, cada diente fue clasificado como teniendo un solo canal, 2 canales independientes (desde la cámara pulpar hasta el ápice), 2 canales confluyentes (2 canales separados que salen de la cámara pero se fusionan para formar un solo canal en el ápice) o más de 2 canales. Para estos análisis, se permitió a los observadores cambiar algunas configuraciones de visualización, como filtros o reducción de ruido, para mejorar la evaluación de imágenes. En caso de duda, se les pidió que consultaran al investigador principal (J.M.) para llegar a un consenso. Todos los datos se registraron en una hoja estándar de Excel (Microsoft, Redmond, WA) y fueron revisados posteriormente por el investigador principal en busca de no conformidades. Los observadores estaban cegados a los otros resultados para evitar cualquier sesgo de influencia en sus resultados.

Confiabilidad del Observador

Se realizaron evaluaciones intra e interevaluadores antes de la evaluación de las bases de datos de CBCT seleccionadas. La confiabilidad intraevaluador se evaluó entre 2 registros repetidos subsecuentes (intervalo de 1 mes) realizados por los observadores (primera y segunda evaluaciones) en el análisis del 10% de los dientes seleccionados al azar (n = 30 premolares) respecto a la presencia de un canal lingual (resultado primario) adquirido de sus propias bases de datos de CBCT. Se utilizó la prueba kappa de Cohen para medir la confiabilidad de cada observador. Para el análisis interevaluador, todos los observadores evaluaron los mismos 10 conjuntos de datos de CBCT de gran campo de visión (no incluidos en el análisis final) que contenían 18 premolares mandibulares de cada grupo (n = 36) respecto a la presencia de un canal lingual de acuerdo con el protocolo de evaluación de datos durante la misma ventana de tiempo. La confiabilidad interevaluador se midió tanto por el coeficiente de correlación intraclase (ICC) como por el porcentaje de acuerdo. Además, estos resultados obtenidos de cada observador se compararon con una clasificación de consenso alcanzada por 2 evaluadores externos experimentados utilizando la prueba kappa de Cohen. Si los valores de ICC y kappa estaban por debajo de 0.60 para el resultado primario en las evaluaciones intra y/o interevaluador, se pidió al observador que revisara el protocolo de investigación y repitiera la evaluación.

Análisis Estadístico

Considerando la naturaleza multicéntrica del presente estudio, se realizó un meta-análisis basado en un modelo de efectos aleatorios16. Los datos fueron analizados utilizando el software OpenMeta[Analyst] v. 10.10 (http://www.cebm.brown.edu/openmeta/), y los resultados para el resultado primario (la presencia de un canal lingual) se presentaron como gráficos de bosque mostrando la razón de momios y proporciones no transformadas con un intervalo de confianza (IC) del 95%. Se utilizó meta-regresión para entender las posibles fuentes de heterogeneidad. La significancia estadística se estableció en P ˂ .05.

 

Resultados

La Tabla Suplementaria S1 (disponible en línea en www.jendodon.com) muestra que todos los valores kappa intra e interevaluador fueron superiores a 0.60, mientras que los valores de ICC y porcentaje de acuerdo fueron 0.988 y 94.9% (primer premolar) y 0.991 y 97.8% (segundo premolar).

La meta-regresión del tamaño de voxel de imagen mostró una proporción casi constante de un canal radicular lingual al comparar resultados utilizando diferentes tamaños de voxel (entre 75 y 200 μm) para ambos premolares (la Figura Suplementaria S1 está disponible en línea en www.jendodon.com). Considerando los valores omnibus P para el primer (0.224) y segundo (0.091) premolares, la heterogeneidad de los resultados no pudo ser explicada por el tamaño de voxel de imagen. Las Tablas 2 y 3 resumen las características demográficas de los pacientes y la configuración del canal radicular de 13,800 premolares mandibulares (6900 dientes de cada grupo) de más de 4270 pacientes. En general, la proporción mundial de un canal lingual en el premolar mandibular fue del 23.8% (IC del 95%, 21.1%–26.2%), variando desde el 12.0% (IC del 95%, 8.3%–15.7% [Australia]) hasta el 32.7% (IC del 95%, 27.4%–38.0% [Egipto]), mientras que se observó un porcentaje global del 5.3% (IC del 95%, 4.1%–6.5%) en los segundos premolares con proporciones que variaron desde el 1.0% (IC del 95%, 0.0%–2.1% [China]) hasta el 15.3% (IC del 95%, 11.3%–19.4% [Siria]) (Fig. 1; la Figura Suplementaria S2 está disponible en línea en www.jendodon.com). La diferencia en la proporción mundial de canales linguales observada en los dientes premolares primero y segundo se consideró estadísticamente significativa (P ˂ .05; la Figura Suplementaria S2 está disponible en línea en www.jendodon.com).

Tabla 2 Demografía del Paciente y Configuración del Sistema de Conductos Radiculares del Primer Premolar Mandibular
Tabla 3 Demografía de los pacientes y configuración del sistema de conductos radiculares del segundo premolar mandibular
Figura 1 Prevalencia de conductos radiculares linguales geográficos en el primer (arriba) y segundo premolar mandibular (abajo).

El análisis de datos de las regiones geográficas mostró que Oceanía (16.2% [IC del 95%, 7.7%–24.7%]) y Asia Oriental (17.3% [IC del 95%, 13.0%–21.6%]) tenían las proporciones más bajas de conductos linguales en los primeros premolares mandibulares, mientras que la más alta se observó en África (28.4% [IC del 95%, 20.3%–36.6%]); sin embargo, no se notaron diferencias entre las regiones (P ˃ .05, Fig. 2). Para el segundo premolar, las diferencias fueron significativas (P ˂ .05), con las proporciones más bajas encontradas en Asia Oriental (1.0% [IC del 95%, 0.0%–2.1%]) y Oceanía (3.8% [IC del 95%, 1.3%–6.4%]) y los porcentajes más altos (˃6%) en Europa, África y Asia Occidental (Fig. 2). En cuanto a la etnicidad, algunos grupos mixtos (Brasil, Kuwait, Nueva Zelanda y Sudáfrica) fueron excluidos del análisis debido a su diversidad étnica.

Figura 2 Un gráfico de bosque de proporciones sobre la presencia del conducto radicular lingual en el primer (izquierda) y segundo premolar mandibular (derecha) según la región geográfica.

Los asiáticos mostraron las proporciones más bajas de un canal lingual para ambos grupos de dientes en comparación con los otros grupos étnicos (P ˂ .05, Fig. 3). Los pacientes mayores (˃60 años) también presentaron proporciones más bajas en comparación con los grupos más jóvenes, pero solo se alcanzó una significancia estadística para el primer premolar (P ˂ .05; Fig. S3 suplementario está disponible en línea en www.jendodon.com). En pacientes masculinos, la prevalencia de un canal lingual en los primeros premolares fue del 27.9% (IC del 95%, 24.3%–31.5%), mientras que en las mujeres fue del 20.0% (IC del 95%, 17.9%–22.1%; Fig. 4). La diferencia de proporción entre sexos se consideró estadísticamente significativa para ambos premolares (P ˂ .05, Fig. 4). Además, los hombres estaban asociados con probabilidades significativamente más altas de presentar un canal lingual en ambos primeros (1.533 [IC del 95%, 1.329–1.768]) y segundos (1.597 [IC del 95%, 1.287–1.982]) premolares (P ˂ .05; Fig. S4 suplementario está disponible en línea en www.jendodon.com).

Figura 3 Un gráfico de bosque con proporciones de canal lingual en el primer (izquierda) y segundo premolar mandibular (derecha) según la etnicidad. Cuatro regiones que reportan etnicidades mixtas no fueron incluidas.
Figura 4 Un gráfico forestal con comparación de prevalencia de conductos radiculares linguales entre sexos (masculino en la parte superior y femenino en la parte inferior) en el primer (izquierda) y segundo premolar mandibular (derecha).

 

Discusión

En el presente estudio, se realizó un análisis in vivo a nivel mundial para evaluar la prevalencia de un conducto radicular lingual en los premolares mandibulares y su relación con la demografía de los pacientes mediante la evaluación de bases de datos CBCT preexistentes; así, ningún paciente fue expuesto a radiación con el propósito de esta investigación. La naturaleza multicéntrica de este estudio y la herramienta analítica utilizada para acceder a las morfologías de la raíz y el conducto radicular (imágenes CBCT) permitieron la evaluación de un gran número de dientes (N = 13,800 dientes) que podrían ser distribuidos en subgrupos de acuerdo con sus características demográficas, manteniendo una alta potencia estadística. Este diseño metodológico también permitió explorar esta variación anatómica en todo el mundo (23 países), incluyendo varias regiones geográficas no evaluadas en ningún estudio in vivo anterior con un tamaño de voxel bajo (Australia, Bélgica, Costa Rica, Francia, Egipto, Grecia, Islandia, India, Kuwait, México, Nueva Zelanda, Perú, Arabia Saudita, Sudáfrica, España, Siria, Reino Unido, Estados Unidos y Venezuela), proporcionando nuevos hallazgos con alta validez externa. En general, la prevalencia media mundial de un canal lingual en el primer premolar mandibular fue del 23.6% (la Fig. S2 Suplemental está disponible en línea en www.jendodon.com), un porcentaje bastante similar al de estudios anteriores en diferentes países como Brasil (19.1%), Italia (20.8%), Corea del Sur (21.2%), Portugal (22.2%), Taiwán (26.6%) y Turquía (28.6%). Cabe señalar que estudios previos en pacientes chinos informaron consistentemente porcentajes más bajos de esta anatomía adicional en los premolares mandibulares (13.2%, 13.4% y 18.9%) que el promedio, lo cual también está en línea con el resultado de la presente investigación (17.3%). Por otro lado, algunos análisis regionales no corroboraron con la literatura, y se observaron porcentajes altos (Brasil: 31.7% e Italia: 32.0%; Fig. 1). De manera similar, se reportó una mayor prevalencia de múltiples canales en los primeros premolares mandibulares en la población alemana (78.1%). Sin embargo, los autores consideraron las ramificaciones apicales como parte del sistema principal de conductos radiculares, lo que explica parcialmente esta disimilitud. En cuanto a los segundos premolares mandibulares, la prevalencia media mundial de un conducto radicular lingual fue del 5.3% (la Fig. S2 Suplemental está disponible en línea en www.jendodon.com), un porcentaje significativamente más bajo en comparación con los primeros premolares pero en acuerdo con investigaciones previas. Nuevamente, los resultados de los segundos premolares mandibulares de pacientes asiáticos estuvieron por debajo del promedio (1.0%) (Fig. 1), confirmando investigaciones anteriores en la población china (0.4% y 2.8%).

En relación con la demografía de los pacientes, el análisis de los resultados mostró diferencias significativas (Fig. 2–4 y la Fig. S3 Suplementaria está disponible en línea en www.jendodon.com); por lo tanto, se rechazaron las hipótesis nulas. La ubicación geográfica y la etnicidad (Fig. 2 y 3) son factores estrechamente relacionados, y su comprensión nos lleva de regreso al origen de la especie humana y la temprana colonización del mundo. Estudios antropológicos modernos indican que los orígenes humanos pueden estar en Kenia, en el continente africano. Desde allí, los primeros humanos se trasladaron hacia el norte a través del corredor del Levante o hacia el este a través del Cuerno de África, dando origen a los 3 principales grupos étnicos: africanos, caucásicos (expansión euroasiática del norte) y asiáticos (expansión del este asiático). Esta migración humana temprana dio lugar a varias diferencias observadas entre caucásicos, africanos y asiáticos porque sus evoluciones se realizaron de manera independiente durante miles de años durante la colonización mundial. Su genoma se convirtió en un resultado evolutivo de la heredabilidad genética y las influencias ambientales, como la modificación de la dieta. Como resultado, es probable que existan diferencias en el fenotipo del premolar mandibular, basadas en la región geográfica o la etnicidad, durante mucho tiempo.

Tradicionalmente, los estudios antropológicos se centran en los rasgos y puntos de referencia de la morfología de la corona o la raíz externa y no en la configuración del conducto radicular. La investigación comparativa que evalúa los puntos de referencia anatómicos de las coronas de los premolares mandibulares concluyó que algunos rasgos primitivos de homínidos se preservaron en Homo erectus ubicado en el área suburbana de Beijing en comparación con sus ancestros, observándose también divergencias en comparación con las poblaciones ancestrales europeas del Pleistoceno. En general, se ha afirmado que los africanos están entre los que presentan los dientes más grandes, mientras que los asiáticos y europeos tienen tamaños similares. Considerando la influencia reportada de la morfología externa en la anatomía interna del conducto radicular, se ha propuesto que la mayor proporción de conductos múltiples en africanos y los porcentajes más bajos en asiáticos pueden estar relacionados con el tamaño de los dientes, reflejando el proceso evolutivo de estos 2 grupos étnicos. Por ejemplo, la menor proporción de conductos múltiples en los premolares mandibulares de las poblaciones asiáticas observada en el presente estudio no solo corrobora datos previamente publicados, sino que también es consistente con los resultados reportados en otros grupos de dientes, como el segundo conducto en la raíz mesiobucal de los molares maxilares y el conducto lingual en los dientes anteriores mandibulares.

El espacio del conducto radicular puede entenderse como un sistema dinámico que cambia con el tiempo debido a eventos patológicos o fisiológicos. En el presente estudio, los pacientes mayores (˃ 60 años) se asociaron con la menor presencia de un canal lingual en el primer premolar (19.1%) (la Fig. S3 suplementaria está disponible en línea en www.jendodon.com), posiblemente como consecuencia de la deposición fisiológica de dentina secundaria. Este proceso de estrechamiento puede reducir el sistema de conductos radiculares a tamaños que pueden volverse indetectables incluso a través de imágenes CBCT de alta resolución. Sin embargo, los resultados presentes no están de acuerdo con 2 hallazgos anteriores que informaron que no había diferencia en la prevalencia de canales adicionales en premolares mandibulares debido al envejecimiento. Sin embargo, es importante señalar que el tamaño de la muestra en estos estudios comprendía solo un pequeño número de primeros premolares mandibulares (n = 97 y n = 154, respectivamente), lo que resultó en un poder estadístico reducido en comparación con nuestro tamaño de muestra (N = 6900). Considerando el análisis de sexo, la baja prevalencia de múltiples canales en 1 raíz observada en el grupo femenino en ambos premolares mandibulares (Fig. 4 y la Fig. S4 suplementaria está disponible en línea en www.jendodon.com) corrobora los resultados reportados para otros grupos de dientes como los molares maxilares y los incisivos centrales mandibulares. De hecho, la diferencia porcentual entre hombres y mujeres respecto a la prevalencia de un canal lingual en el primer premolar mandibular (~8%) no solo es estadísticamente significativa, sino también clínicamente relevante. El dimorfismo sexual es bien reconocido en las ciencias dentales. Por ejemplo, la medicina forense utiliza mediciones dentales métricas y no métricas para realizar estimaciones de sexo. Investigaciones previas en varias poblaciones informaron que los hombres tienen tamaños de dientes más grandes en comparación con las mujeres, una característica que puede estar relacionada con la influencia de los cromosomas X e Y en el crecimiento, en el que Y promueve la formación de dentina y esmalte de la corona y X parece limitar el crecimiento del esmalte. Estas diferencias morfológicas pueden ayudar a explicar parcialmente el menor número de canales adicionales en el grupo femenino.

El sistema de conductos radiculares de los premolares mandibulares se ha abordado utilizando varios enfoques metodológicos in vivo y ex vivo con diferentes herramientas analíticas. Hoy en día, la tecnología de microtomografía computarizada se considera el estándar de oro para evaluar la morfología del conducto radicular. Sin embargo, dado que es una herramienta de laboratorio, es poco práctica y bastante costosa para evaluar la influencia de ciertos componentes anatómicos en factores demográficos utilizando grupos de gran tamaño. Esta es una de las principales ventajas de utilizar imágenes CBCT no destructivas, ya que permite el análisis de un gran volumen de datos al evaluar bases de datos preexistentes. Por otro lado, la limitación más relevante de la imagen CBCT está relacionada con su resolución espacial limitada, que se ha considerado inapropiada para identificar características anatómicas finas. En el presente estudio, tanto los resultados primarios como secundarios se obtuvieron mediante imágenes CBCT y consistieron en el análisis de la configuración del sistema de conductos radiculares principal únicamente, evitando la evaluación de estructuras anatómicas más pequeñas, como los conductos laterales o los deltas apicales.

Además, se investigó la morfología del canal principal en conjuntos de datos de CBCT de diferentes centros utilizando tamaños de voxel entre 75 y 200 μm. Esto podría interpretarse como un posible factor de confusión, pero esta variable fue excluida como una fuente principal de sesgo de acuerdo con otros estudios de metarregresión.

Una limitación importante de los estudios multicéntricos es la dificultad de garantizar que todos los observadores realicen la evaluación de datos utilizando un enfoque metodológico estandarizado.

Con el objetivo de minimizar este posible sesgo, se eligieron observadores basándose en su amplia experiencia en el campo de la endodoncia, y el resultado primario se redujo a una respuesta dicotómica (la presencia/ausencia de un canal radicular lingual). Además, se realizaron mediciones de fiabilidad intra e interobservador para garantizar resultados confiables. En consecuencia, la estandarización metodológica para la evaluación de imágenes fue validada en todos los centros de los 23 países, permitiendo comparaciones estadísticas en el metaanálisis para explorar posibles heterogeneidades y factores de confusión, como se hizo previamente en estudios similares.

No obstante, como en cualquier otro estudio transversal, la presente evaluación se basó en solo 1 punto en el tiempo. Esto puede llevar a algunas limitaciones al realizar la interpretación de los resultados por edad (por ejemplo, porque no fue posible evaluar factores no relacionados con el envejecimiento fisiológico, como la deposición patológica de dentina debido a caries, procedimientos restaurativos o problemas periodontales).

Se deben realizar más estudios que continúen explorando otras regiones geográficas para recopilar más datos de interés clínico y antropológico con el fin de analizar la influencia de los factores demográficos en la morfología del conducto radicular.

 

Conclusiones

La prevalencia media de un conducto radicular lingual en el primer premolar mandibular (23.6%) fue significativamente mayor que en el segundo premolar mandibular (5.3%). Las características demográficas influyeron en los resultados finales. La etnicidad asiática y los pacientes mayores (˃ 60 años) tuvieron la menor prevalencia de conductos linguales en los premolares mandibulares, mientras que las proporciones y probabilidades más altas se observaron en hombres para ambos dientes.

 

Autores: Jorge N. R. Martins, Yuerong Zhang, Murilo von Zuben, Walter Vargas, Hussein C. Seedat, Fabio Santiago, Ruben Rosas Aguilar, Magnus F. Ragnarsson, Gianluca Plotino, Peter Parashos, Hani F. Ounsi, Christian Nole, Adam Monroe, Jojo Kottoor, Jose Antonio Gonzalez, Daniel Flynn, Antonis Chaniotis, Imran Cassim, Carlos Boveda, Luiza Berti, Zaher Altaki, Moataz-Bellah A. M. Alkhawas, Hussam Alfawaz, Emmanuel J. N. L. Silva y Marco Aurelio Versiani

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