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La implantación dental asegura la restauración de la continuidad de la fila dental, la correcta distribución fisiológica de la carga en los dientes restantes, la normalización de las funciones alteradas de la formación del habla y la masticación, la mejora del estado psicológico del paciente y la estética, y abre nuevos horizontes para aumentar la calidad de la atención odontológica.

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Obtener un resultado predecible del tratamiento es posible solo en caso de una planificación cuidadosa, teniendo en cuenta todas las características y mecanismos de regeneración ósea, bajo la condición de un trabajo conjunto del equipo de especialistas: periodoncista, cirujano, ortopedista y técnico dental.

Figura 1. Signos radiológicos de periimplantitis.

Hoy en día se produce una enorme variedad de implantes, que difieren en configuración y técnica de aplicación, lo que concuerda con el concepto multimodal de la implantación dental.

Su principal función de soporte de construcciones ortopédicas, los implantes intraóseos pueden llevarla a cabo durante aproximadamente 30 años, y hay casos conocidos de duraciones aún más largas.

Pero el uso del implante durante un período prolongado no es el único criterio de la efectividad del tratamiento realizado.

Los indicadores de una implantación dental efectiva se pueden destacar los siguientes:

  • mantenimiento de la estabilidad clínica bajo la acción de la carga funcional (no hay movilidad ni fenómenos inflamatorios en los tejidos adyacentes);
  • ausencia de dolor y cualquier sensación desagradable en los pacientes;
  • no se detectan signos de reabsorción ósea en el área del implante;
  • el tejido óseo del proceso alveolar se atrofia en el área del implante dental a una velocidad que no excede de 0,2 mm por año.

Figura 2. Rechazo del implante.

Los indicadores presentados anteriormente permiten evaluar el nivel de preparación de los especialistas, así como determinar la calidad de los propios implantes dentales.

Complicaciones de la fase quirúrgica de la implantación dental

Entre los factores biológicos más comunes que contribuyen a la aparición de complicaciones después de la fase quirúrgica, se deben destacar los siguientes:

  • insuficiente suministro de sangre al fragmento de tejido óseo en el área del implante,
  • osteoporosis local,
  • enfermedades generales del paciente que no fueron identificadas a tiempo, causando trastornos en la osteogénesis.

Sin embargo, cabe señalar que en la gran mayoría de las situaciones clínicas, las complicaciones están relacionadas con errores en la etapa de selección del paciente, en el proceso de planificación del tratamiento futuro, en la realización de la intervención quirúrgica o directamente en la prótesis.

Las complicaciones más frecuentes relacionadas con el curso de la operación de implantación dental son:

  • fractura de la fresa guía o del buril;
  • daño a las fibras nerviosas;
  • quemadura del hueso durante el desbridamiento;
  • perforación del suelo del seno maxilar, daño a la membrana mucosa;
  • fractura ósea;
  • la fijación primaria no se logró.

Las complicaciones mencionadas anteriormente son el resultado de un impacto mecánico excesivo, una determinación incorrecta de la altura del proceso alveolar en la ortopantomografía, y una técnica incorrecta para formar el lecho.

Figura 3. Signos de periimplantitis.

La acumulación gradual de experiencia clínica práctica permitirá reducir el porcentaje de complicaciones en la cirugía de implantes dentales al 1-2% de los casos.

Complicaciones del período postoperatorio de la implantación dental

Por lo general, estas complicaciones se diagnostican dentro de los próximos 10 días. Se pueden identificar las siguientes complicaciones del período postoperatorio:

  • sangrados,
  • hematomas,
  • sensaciones de dolor,
  • dehiscencia de suturas,
  • fenómenos inflamatorios en los tejidos blandos circundantes de la mandíbula (periostitis, absceso).

Las causas más comunes de estas complicaciones pueden ser las siguientes:

  • resultado de complicaciones surgidas durante la operación misma,
  • ignorar los principios de tratamiento atraumático,
  • incumplimiento por parte del paciente de las prescripciones médicas.

Complicaciones en la etapa de regeneración reparativa

Las siguientes complicaciones son posibles en la etapa de regeneración ósea:

  • mucositis,
  • periimplantitis,
  • rechazo del implante.

La periimplantitis es un complejo de fenómenos inflamatorios que se localizan en el tejido óseo que rodea el cuerpo del implante y se acompaña de la destrucción del hueso y el llenado del área del defecto con tejido granulatorio, lo que eventualmente causa la movilidad del implante, y en caso de tratamiento tardío – rechazo.

Posibles causas de periimplantitis:

  • formación de un hematoma sobre el tapón del componente intraóseo del implante, seguido de su supuración;
  • ignorar las recomendaciones de preparación atraumática;
  • aislamiento inadecuado de la herida quirúrgica;
  • presencia de cambios cicatriciales o un pequeño vestíbulo de la cavidad oral en el paciente;
  • dejar cerca del campo quirúrgico bordes que causan trauma y contribuyen al proceso isquémico;
  • higiene insatisfactoria del paciente;
  • falta de cuidado meticulosamente establecido cerca del manguito gingival después de la instalación del implante dental en una técnica de una sola etapa.

Clínica de periimplantitis al usar la técnica de una sola etapa

La clínica de periimplantitis al usar la técnica de una sola etapa se caracteriza por la aparición de sensaciones dolorosas al presionar sobre el implante instalado, la mucosa circundante está hinchada, hiperémica, y se nota una pequeña movilidad del implante de inmediato.

Figura 4. Manifestaciones iniciales de resorción en la frontera implante-hueso.

En la radiografía se determina una área de resorción del tejido óseo claramente en la frontera implante/hueso, posiblemente formando un bolsillo óseo, que se localiza en la zona del cuerpo o cuello del implante.

Los principios de tratamiento incluyen la realización de las siguientes acciones:

  • realización de higiene profesional, limpieza de los elementos estructurales del implante que sobresalen en la cavidad oral con un scaler para prevenir la contaminación (contaminación de la superficie del implante dental, lo que creará un obstáculo para la adsorción de biomoléculas, y la subsiguiente integración del implante);
  • aplicación de ácido cítrico en la superficie del implante durante un minuto;
  • aplicación de un agente antibacteriano en la zona del manguito gingival;
  • terapia antibiótica sistémica, prescripción de metronidazol;
  • higiene bucal meticulosa, enjuagues antisépticos.

En caso de tratamiento infructuoso, se retira el implante, se realiza una revisión de la herida ósea (curetaje atraumático de granulaciones). Después de seis meses, es posible realizar la reimplantación.

Clínica de periimplantitis al usar la técnica de dos etapas

La periimplantitis, que se desarrolla después de la instalación del implante en la técnica de dos etapas, se caracteriza por una serie de particularidades. Unas semanas después de la operación, se forma una hiperemia limitada y edema, puede observarse un trayecto fistuloso o granulaciones en el área del elemento intraóseo del implante dental, lo que recuerda a la clínica de osteomielitis limitada.

En la radiografía se detecta una zona de reabsorción que se extiende a lo largo del límite implante/hueso, comenzando a formarse un bolsillo óseo.

Mucositis es un complejo de fenómenos inflamatorios de la membrana mucosa en el área del tornillo-tapón sin reabsorción asociada, o una reabsorción marginal levemente expresada alrededor del cuello del implante.

Las causas más comunes de mucositis son:

  • penetración de sangre en el canal roscado;
  • el tornillo-tapón no está suficientemente fijado en el elemento intraóseo del implante.

La mucositis se puede considerar como periimplantitis localizada.

Principios de terapia

El tratamiento implica la excisión de la mucosa sobre el implante, la extracción del tapón, el tratamiento del campo operatorio y del canal roscado con soluciones antisépticas, y la instalación del formador de encías. Todos los procedimientos enumerados repiten el algoritmo de la segunda etapa de la operación.

Figura 5. Rechazo del implante.

Si es necesario, se prescriben medicamentos antiinflamatorios. La eficacia de estas medidas, asumiendo que se tomen a tiempo, es bastante alta: los síntomas inflamatorios desaparecen en los próximos días.

Complicaciones frecuentes en la segunda etapa de la implantación dental:

  • extracción del fragmento intraóseo junto con la tapa debido a la falta de osteointegración,
  • penetración del fragmento intraóseo dentro del seno maxilar
    superior,
  • formación de tejido óseo sobre la tapa, lo que dificulta el ajuste de las supraestructuras.

Según datos estadísticos, las complicaciones de la implantación dental, en particular de su etapa quirúrgica, bajo la condición de seguir principios de intervención atraumática y el uso de implantes de calidad que cumplan con los estándares biotécnicos modernos, representan hasta el 12%. El 88-99% restante corresponde principalmente a complicaciones en la etapa del tratamiento ortopédico.

La mejora continua de las técnicas y protocolos de implantación está relacionada con la implementación y desarrollo de la regeneración ósea tisular. Las tecnologías de membrana y las nuevas variedades de materiales de injerto abren nuevas oportunidades para la implantación dental.

Para más detalles sobre las complicaciones relacionadas con la aumentación de tejidos blandos en el webinar Complicaciones de la implantación inmediata.